Aunque la fiesta fue un éxito y se lo pasó increíble con sus amigas, ahora tocaba la parte más pesada que era recoger y limpiar. Por suerte, una de las chicas se quedó a echarle una mano con todo el trabajo. Estaba muy agradecida con ella y se lo hizo saber, hasta el punto de tener un momento muy caliente juntas. Las dos rubias empezaron a besarse y al final, se subieron a la mesa para comerse los coños mutuamente.