Tras acabar sola en casa de mi tío, me aburría un poco y decidí echar un buen rato en el sofá masturbándome el coño en el sofá. Me lo pasé bien pero siempre es mejor un buen rabo y por eso, fui a hacerle compañía en su cama y acabé desnuda para él. El hombre no se lo esperaba, pero aprovechó el momento y terminó dándome a probar su polla dura entre las sábanas, llevándome al orgasmo varias veces mientras me taladraba el coño.