Este profesor de yoga no tiene ni un pelo de tonto y con la escusa de corregir la postura de dos de sus alumnas, el tipo no dudó en meterles mano. De hecho, acabó rompiendo los leggings de una de ellas hasta tocarle el coño y viendo como se dejaba, al final ella y su amiga se lanzaron a por su rabo. Todo el mundo se fue salvo otro de sus alumnos, que decidió aprovechar el momento con su profesor para follarse a ese par de zorras en medio de la clase.