Parece que las copas le pasaron factura a esta guapa pelirroja, la cual acabó luciendo palmito ante su amigo y quitándose la ropa ante sus narices. Estaba claro lo que iba a acabar pasando y como no, pronto terminó sacándole brillo al rabo de su amigo, que disfrutó de sus mamadas mientras lo grababa todo. Luego la muy zorra se puso a cuatro patas y gimió de lo lindo con esos pollazos, algo de lo que al día siguiente apenas recordaba tras llevar encima una tremenda resaca.