Aunque esta guapa empollona estaba centrada en la lectura, un amigo cachas de su hermano estaba empeñado en mostrarle a jugar al fútbol americano. Ella pasaba del tema y aunque le siguió la corriente, no prestó demasiada atención. Se estaba poniendo muy pesado y al final, para que la dejase tranquila, decidió echar mano de su polla y chupársela en el salón. El musculitos no se lo esperó y ella no pensó que pudiese tener semejante rabo, pero al final ambos aprovecharon el momento y como no, lo disfrutaron con un polvazo.