No tenía planes y por eso, Riley Reid llamó a su entrenadora personal Lana Rhoades para que se pasase por casa y la pusiese en forma con sus ejercicios. En seguida acudió pero cuando estaba estirándola, entre las dos surgió una calentón que solo el sexo lésbico podría calmar. Poco a poco se fueron metiendo mano hasta terminar desnudas sobre la hierba y comerse los chochitos mutuamente, en una follada lésbica en la que sin duda quemaron muchas calorías.