Durante el paseo, este tipo no paró de flirtear con este pedazo de tetona, usando unos cocos para simular unos pechotes. Era una clara alusión a la pedazo de delantera que tiene esta preciosidad, que empezó a lucir sus ubres y su cuerpazo allí mismo… hasta ponerlo cachondo. Ante tal situación, no pudieron evitar ir a casa del chico, donde finalmente se fueron a la cama para cabalgar como dos animales durante un buen rato y disfrutar de unos orgasmos bien sanos.