Desde que se quedó embarazada, esta chica se ha puesto bastante gorda y ahora, su marido apenas la toca. A pesar de su estado, sigue teniendo sus necesidades y si su esposo no piensa satisfacerla, tendrá que buscarse a otro. Por eso, aprovecha una tarde que tiene a solas y llama a un amigo mulato de toda la vida, para que le haga pasar un buen rato. El negro aparece por casa y sin más dilación, le mete su enorme rabo para hacer que al fin y tras varios meses, vuelva a disfrutar de unos buenos orgasmos.