Aunque con los años se ha dejado ir, esta gorda tetona de 45 años aun tiene cierto atractivo, sobre todo gracias a ese par de ubres enormes que le cuelgan. Gracias a ellas, ha conseguido convencer a dos hombres bien dotados para que vayan a su casa a pasar un buen rato y de paso, para que las prueben. Ambos se quedan como locos chupando sus pezones, antes de perforarle el coño a la señora, que se lo pasa en grande con ese par de sementales.