Toda atención es poca para la modelo y por eso, su agente siempre exige que todos sus empleados hagan lo que sea para que ella esté contenta. El hombre parece muy estresado, ya que pidió un traje sugerente para una cena y no lograban dar con el adecuado. Pero la rubia quiso tranquilizarle y relajarle en el sofá, así que tras meterle mano, acabó quitándose la ropa y le dejó probar su escultural cuerpazo, en un polvazo que sin duda agradeció y mucho.