Se supone que habían quedado juntos para cenar, en una cita de lo más formal. Pero entre esta japonesa y su novio surgió un calentón muy grande y cuando esperaban el segundo plato, ambos decidieron irse al baño para desfogarse. No pudieron aguantar más y sobre la taza del water, se pusieron a follar juntos como dos perros en celo. La asiática le comió el rabo para dejárselo bien duro y listo para sentirlo hasta el fondo de su coño, teniendo cuidado de no hacer ruido para que nadie les pillase.