Tras quedar con una amiga muy bien dotada, Jordi el niño polla se relaja con ella en el sofá y empieza a juguetear con sus pechotes. La chica está deseando echar mano de su rabo y cuando al fin lo consigue, ambos se lo pasan en grande follando duro. Ella se queda asombrada de como un chico tan pequeño, puede tener un rabo tan grande. Y el gran Jordi, no para de darle duro mientras esas ubres naturales rebotan sin parar con cada embestida.