Lo mejor que tiene la española Julia de Lucía, además de ese cuerpazo, son sus ganas de sexo. Son infinitas y con ella, cualquier cosa es posible. De hecho, lo que más le gusta es sentir por detrás un buen rabo como el de este cachas, que está como loco por encularla. Y cuando la morena se le puso a cuatro patas, no lo dudó y dejó su ojete bien dilatado y a ella gimiendo de puro placer.