Les dijo a sus padres que se iba a quedar en casa a estudiar, pero lo cierto es que esta colegiala japonesa tenía otros planes. Y es que el sexo era muy tentador y ella estaba en edad de probarlo al fin, así que llamó a un compañero de clase y decidieron pasar la tarde a solas y follando juntos. La chica demostró ser muy atrevida y al final, se llevó un polvazo bestial donde no disfrutó de lo lindo y le pidió a su amigo que no se cortase a la hora de penetrarla.