Al parecer el ordenador de esta secretaria asiática le estaba dando problemas, por lo que llamó al técnico para que le echase un vistazo. Pero al final, al tipo se le iban los ojos al escotazo de la oriental y ella, se dio cuenta en seguida. Sabía que lo tenía comiendo de su mano así que decidió aprovecharse, bajándose las bragas y abriéndose de piernas sobre el escritorio, para gozar de su rabo en una follada en medio de la oficina.