Con el marido fuera por un viaje de negocios, esta mujer pudo por fin hacer lo que le diese la gana sin que se enterase de nada. Llevaba un tiempo pensando en ponerle los cuernos y finalmente, esta madura infiel acabó haciéndolo gracias a este chaval que conoció yendo de compras. Tras ayudarla en la cocina, la cuarentona decidió seducirle y le puso su coño en bandeja de plata sobre la encimera, para que lo penetrase a gusto y la llevase al orgasmo varias veces.