Un día tras volver de clases, escuché ruidos en el cuarto de mi hermanastra y al final, la pillada fue monumental ya que me la encontré pajeándose mientras veía porno. Los días posteriores nos evitamos, hasta que hablamos del tema y le quitamos hierro al asunto. Lo que pasa es que yo no podía dejar de imaginármela desnuda y una tarde a solas con ella, nos calentamos y terminamos follando en la cama, hasta incluso llegar a abrirle el culo con mi polla.