Parece que el mulato tiene predilección por las chicas gordas y hoy, acude a casa de una rubia obesa que le invitó a probar sus curvas. A ella le entró mucha curiosidad por ver que tiene el negro entre las piernas y viendo lo mucho que le gustan las chicas rellenitas, aprovechó el momento. En seguida acabaron en la cama y en pelotas, los dos se marcaron una follada interracial donde los pechotes de la chica no pararon de menearse con semejante polvazo.