Quería que ese mulato le metiese su enorme polla por detrás y por eso, Sarah Vandella preparó su trasero a conciencia con ayuda de un juguetito. Cuando ya sintió como su ojete se dilataba, le dejó abrir su culito a pollazos, en una sesión de sexo anal que fue de las mejores para esta zorra. Y es que para ella, no hay nada como una buena enculada y con el rabo más gordo que se pueda encontrar.