Mientras todo el mundo se va a la playa, estas tres amigas decidieron hacer algo distinto y realizaron una visita al campo, más concretamente a un rancho para entrar en contacto con la naturaleza. Pero con lo que contactaron, fue con su lado más salvaje y caliente, ya que las tres terminaron comiéndose los coños allí mismo. Sufrieron un calentón que solo sus lenguas podían calmar, hasta terminar desnudas y saboreando sus chochitos mientras disfrutaban del aire puro.