Tras quedar con una amiga, las dos chicas se atrevieron a llamar a todos sus follamigos para saborear sus rabos juntas. Se pasaron toda la tarde demostrando sus habilidades a la hora de dar placer oral, hasta que una de las dos quiso algo más. Nunca había probado un bukkake y parece que el momento idóneo estaba presente, así que se preparó para ir recibiendo toda la lefa de los chicos, terminando bañada en semen por todos ellos.