Al fin esta jovencita iba a conocer al que pronto sería su nuevo padrastro, pero no se imaginó que fuese un tipo maduro tan atractivo. Nada más verlo empezó a flirtear con él y al poco rato, acabó a solas en el dormitorio seduciéndole con su cuerpazo joven y prieto. El tipo intentó controlarse, pero esta chica era una preciosidad y al final, no pudo evitar meterle el rabo a cuatro patas, sin que su mujer se enterase de nada.