Tras probarse su nuevo vestido, esta brasileña quiso la opinión de su sirvienta y ésta no paró de priopearla y de decirle lo guapa que estaba. De hecho quiso demostrarle lo bien que lucía su figura, besándole los pies y terminando por darle hasta una sesión de sexo, que incluyó un beso negro. Y es que la morena siente devoción por su jefa, hasta el punto de comerle el culo sin dudarlo y de llevarla al orgasmo si ella se lo pide.