Mientras observaba a ese bañista, la socorrista le pidió que saliese un momento y simulase que se había ahogado. Hace poco que se sacó el título y quería practicar los primeros auxilios con él, haciéndole el boca a boca y masajeando su pecho. Pero lo que al final se acabó llevando a la boca fue su rabo, hasta dejarlo bien duro y disfrutarlo en su coño en un bestial polvazo junto a la piscina, que el chico sin duda agradeció.