Seguramente, estas dos amigas nunca se habían visto en una situación como ésta, donde múltiples pollas bien duras estaban a su disposición y listas para que les sacasen brillo. Ellas andaban con una sonrisa en la cara y pronto se pusieron manos a la obra, demostrando lo mucho que les gusta el sexo oral y lo profundas que son sus gargantas. Cuando cumplieron con su cometido, llegó la recompensa a modo de bukkake, acabando con sus caras y sus pechos llenos de lefa caliente.