Tenía una operación rutinaria que fue todo un éxito, pero ahora tocaba descansar e iniciar la recuperación. Para ello, le pusieron a este tipo a una sexy enfermera que sin duda, le cuidó como nadie. Y es que la rubia acabó luciendo sus tetazas delante de su paciente, hasta ponérsela dura y acabar chupándosela en su habitación de hospital. Y tras sacarle brillo, no dudó en subirse y en cabalgarla como una zorra, comprobando que poco a poco el tipo se estaba recuperando.