Tras mudarse, este tipo conoció a todo el mundo en su barrio y especialmente, a su nueva vecina latina. Se ve que a la chica le gustó mucho y un tarde, apareció por su casa para conocerle mejor. Aunque al final lo que menos hubo fueron palabras, ya que la chica tuvo claro que le deseaba y sin mediar palabra, se fue al sofá y acabó poniéndole su chochito en bandeja. Como no él le siguió la corriente y aprovechó el momento para echarle un buen polvo, que ella agradeció a base de bestiales gemidos.