Tocaba salir de fiesta y beber hasta acabar potando si es necesario, pero estas zorras europeas querían más. Las muy golfas se soltaron la melena y se olvidaron de todo, haciendo locuras que estando sobrias ni se les ocurriría. Y es que tras acabar borrachas, más de una se lanzó a por los camareros cachas o a por los bailarines exóticos, los cuales les dieron a probar sus pollones en plena discoteca, llegando incluso a follarse a más de una delante de todo el mundo.