Andaban mirando cosas en el móvil, hasta que a la amiga de Anya Olsen la llamaron diciéndole que había conseguido el trabajo al que se había presentado. Las dos quisieron celebrarlo y al final, una cosa llevó a la otra y terminaron besándose apasionadamente. El calentón entre las dos ya no tenía freno y al final, terminaron sin ropa y comiéndose los coños mutuamente en el sofá, celebrando a lo grande un día muy especial.