Parece que con los juguetes que tiene guardados en casa no tiene suficiente y hoy, esta guapa morena decide pasarse por un sexshop, donde compra el dildo más grande que tienen a disposición de sus clientes. La chica coge un pedazo de polla de plástico y vuelve a casa ansiosa por probarlo, lubricándolo a conciencia para no hacerse daño. Cuando ya está lista se lo mete poco a poco, para luego animarse y darle duro a esa masturbación que dejó su chochito bien abierto.