Sabía que una nueva sirvienta iba a llegar a su casa, pero jamás pensó que la chica estaría tan buena y sobre todo, que tendría un culazo como el que tiene. No pudo desviar la mirada de sus nalgas en todo el día y en un momento dado, ella le escuchó hablar de ello por teléfono con un amigo. Después fue a ducharse y cuando salió desnudo, la muy golfa le esperó en el baño y fue directa a chupársela, para luego meterse en la cama y pedirle que le follase el trasero a conciencia.