El marido de Julia Ann estaba de viaje por negocios y ella, no dudó en aprovechar su ausencia para golfear un poco. Lo hizo con uno de sus empleados, su limpiapiscinas que cuando la vio tan dispuesta a follar, no dudó en ofrecerle su enorme polla de color. La madura llevaba tiempo pensando en engañar a su marido y hoy, al fin podrá cumplir con ello en una follada casera bestial, donde su coño termina por disfrutar gracias a ese pedazo de rabo tan enorme que la perfora.