Aunque la idea del viaje era la de probar la comida del lugar y visitar los paisajes más emblemáticos, este tipo no pudo evitar fijarse en una joven filipina que conoció al salir a cenar y que acabó en su habitación de hotel. La chica no paraba de sonreírle ya que le encanta ligar con turistas y al final, se fue de la mano con él hasta la cama, donde le demostró como se las gastan las asiáticas cuando tienen ganas de un buen polvo.