Hace poco contraté a una empleada joven y guapa para mi tienda de moda, la cual aun estaba a prueba. Se ve que la jovencita quería causar una buena impresión, pero nunca imaginé que recurriría al sexo para convencerme de que le extendiese el contrato. De hecho una mañana a solas, vi como se agachaba para chuparme la polla, para acto seguido pedirme sexo y dejar que le metiese la polla hasta la saciedad.