Quería darle una sorpresa a su novia obesa y para ello, preparó unos mensaje que puso en el buzón y que dejaron algo preocupada a la chica. Se tumbó en la cama para tranquilizarle, hasta que le vio y pudo respirar aliviada hasta ver como el ambiente se iba caldeando. De repente vio como agarraba sus melones con fuerza y en ese momento se dio cuenta de sus intenciones, así que le siguió la corriente y pasaron una tarde de folleteo que a los dos les vino de lujo.